FATUM, o los oráculos sibilinos...



FATUM 

El destino existe, es como un vector. En matemáticas, un vector es un objeto que generaliza varias nociones o conceptos elementales provenientes de la geometría, geografía espacial de un lugar u otro ( pares de puntos o traslaciones), ok, nuestros ancestros vivían en un sitio u otro, pero también del álgebra (como la solución de un sistema de ecuaciones con varias incógnitas), de esa incógnita (lo que no sabemos cómo sucederá) se conforman problemas que consisten en encontrar los valores de esas incógnitas: vivir en un sitio, desarrollar una actividad, quedarse o moverse, integrarse o aislarse, cada cosa determina un comportamiento, bien, pero desde esa conjunción y no otra, allí no hay libre albedrío, el destino es un desarrollo de otros destinos. Bien, pero existe algo más, un plus de relaciones con los otros anteriores y quienes nacen después de nosotros, lo llamaría "esquema de la representación o física de condiciones suficientes de la existencia", 
 (donde se crean en la mente las imágenes, o signos o palabras de hecho vividos) y entre otras magnitudes de cómo simbolizamos nuestra propia realidad verdadera, con sus
 velocidades, aceleraciones o fuerzas que la dirigen).
El mayor grado de superación de un Sapiens es construirse otro vector que lo desvíe de la energía original de aquel destino que deseamos separar, romper, y de forma repentina o paulatina, reconstruir las partes de su acción inicial y modificarla. 

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