Archivo Ken Oosterbroek

 



II Parte.
Bang Bang Club:

El nombre proviene de la propia cultura.
Los residentes del municipio hablaron con los fotógrafos sobre el "bang-bang" en referencia a la violencia que ocurre dentro de sus comunidades, pero más literalmente, "bang-bang" se refiere al sonido de los disparos y es una forma coloquial  utilizada por los mismos  fotógrafos dentro del conflicto:
Kevin Carter, Ken Oosterbroek,
Joao Silva y Greg Marinovich.

Archivo Ken Oosterbroek:


En la primera mitad de los ‘90, Thokoza era el barrio negro más peligroso de Sudáfrica, a sólo 16 kilómetros al sudeste de Johannesburgo. Los muertos durante los enfrentamientos eran tantos que la policía dejaba los cuerpos tirados en las calles durante gran parte del día, supuestamente porque no daban abasto. Había jaurías de perros callejeros que se alimentaban de cadáveres. Era obvio que lo hacían para amedrentar.

Thokoza 2017


El 18 de abril de 1994, el Bang Bang Club (salvo Kevin Carter, que supuestamente estaba dando entrevistas por su Pulitzer) entró a Thokoza. Querían cubrir la batalla entre los partidarios del CNA e Inkhata. Iba a ser atroz: faltaba muy poco para las elecciones. Esta vez estaban los peace-keepers, un cuerpo policial transitorio integrado por miembros de la policía sudafricana, miembros del ejército de las homelands y guerrillas de los movimientos de liberación, que tenía como fin controlar la violencia, sin ninguna eficiencia.
Ese 18 de abril, durante un tiroteo entre la Fuerza Nacional de Mantenimiento de la Paz y   simpatizantes del Congreso Nacional Africano en el   municipio de Thokoza ,  un fuego amigo  mató a Oosterbroek e hirió gravemente a Marinovich. Una investigación sobre la muerte de Oosterbroek comenzó en 1995.
El  magistrado  dictaminó que no se debería culpar a ninguna de las partes por la muerte. En 1999, el  pacificador  Brian Mkhize le dijo a Marinovich y Silva que creía que la bala que mató a Oosterbroek provenía de la Fuerza Nacional de Mantenimiento de la Paz.



En primer plano Greg Marinovich herido es ayudado por James Natchwey. Detrás Joao Silva fotografía a Ken Oosterbroek gravemente herido. 18 de abril de 1994.


La incapacidad de la policía había irritado a Oosterbroek, que a esa altura era el único miembro del Bang Bang Club que se había hecho famoso (se lo conocía simplemente como Ken O) y amenazaba convertirse en una leyenda viviente, no sólo por su prestigio como jefe de fotografía del diario de mayor tirada de Johannesburgo, sino por su itinerario vital (el nacido en una familia conservadora y racista que se dedicaba a documentar la violencia) y por su cuidada imagen de sex-symbol motociclista: pelo largo, bigotes, un perenne cigarrillo de marihuana entre los labios, música de los Doors y Bob Marley siempre a su alrededor y su extraña relación con Mónica, una periodista del Star que amenazaba con matarlo si la abandonaba. Al atardecer, después de una discusión de Ken O con los policías, el Bang Bang Club se protegió precariamente de un tiroteo. No fue suficiente: las balas policiales hirieron a Greg Marinovich, que estuvo a punto de perder un pulmón, y Ken O agonizaba en brazos de Gary Bernard, un fotógrafo novato del Star, mientras Joao Silva los fotografiaba.

Escribe Marinovich: “No podía hacer otra cosa. A Ken le hubiera gustado ver las fotos al otro día. De hecho, Joao pensó que Ken, siempre tan preocupado por su imagen, hubiera preferido fotos donde el pelo no le tapara la cara. A fin de cuentas, Ken era el profesional consumado, el que le había enseñado que primero se sacaban las fotos y después se lidiaba con los demás”.


Un oficial de Peacekeeping ayuda al fotógrafo Gary Bernard a asistir a Ken Oosterbroek, herido mortalemte. Foto tomada por Joao Silva.


Ken O


Ken O murió camino al hospital. Esa misma noche, Joao Silva en un bar, borracho, destrozó varias cámaras y pensó en dejar la fotografía, mientras Kevin Carter gritaba a quien quisiera oírlo que esa bala debería haberla recibido él, no su amigo íntimo. Sin embargo, al día siguiente, Silva y Carter volvieron a Thokoza, y fotografiaron el estallido de violencia más grande de toda la guerra civil, y el último de esa magnitud. Mikey Persson, un fotógrafo inglés que solía acompañarlos, dejó la profesión ese mismo día. Hoy vive en California, dedicado a sacar fotos publicitarias de Harley Davidsons y tatuajes: “Dice que a veces extraña la adrenalina de la guerra, pero cuando le sucede eso, recuerda lo que pasó en Thokoza, y la excitación se desvanece al instante”. Dos días después de Thokoza, Inkhata anunció que participaría en las elecciones, y aceptó un alto el fuego. Ante la decisión, Nelson Mandela dio un discurso, en el que dijo: “Esperemos que Ken Oosterbroek haya sido la última víctima”. Hoy, en Thokoza, en el mismo sitio donde cayó bajo las balas, hay un monumento que lo recuerda.




Fotos Ken O


Al regresar de su "mili" y tomar fotos ilegales escribió:

"Y luego, en la mañana, este tipo de vacío o sensación de ¿ahora qué? ya no era tan importante. Lo tengo, es historia, está registrado y ahora mi cabeza está libre de un solo objetivo. Ahora realmente puedo dejar que se rompa. ¿Alguien podría dejarme un hueco para que se rompa? PERO, dame un respiro para filmar lo real. Vida real, sucediendo. Trabajo relevante. Algo para subir la adrenalina y los ojos abiertos, el cerebro dando vueltas con posibilidades y el potencial de imágenes poderosas. Soy fotógrafo. Libérame"
Ken O




Cuando murió a mano de las "fuerzas de paz", faltaban nueve días antes de las elecciones del 27 de abril de 1994 en Sudáfrica, las primeras en su historia donde votarían tod@s.


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